Operaciones secretas de drones y vigilancia aérea
Estados Unidos ha intensificado vuelos de drones encubiertos sobre territorio mexicano con el objetivo de localizar laboratorios de fentanilo, utilizando tecnología avanzada para detectar emisiones químicas características de la producción de la droga.
La estrategia se enmarca en una campaña de vigilancia aérea que ha aumentado desde la administración de Trump, aunque su inicio se remonta al periodo de Joe Biden, evidenciando un proceso que combina la recopilación de inteligencia con una presencia oculta en el espacio aéreo fronterizo.
inteligencia militar y operaciones en el espacio aéreo mexicano
El programa de vuelos de drones se centra en la obtención de información, ya que la CIA emplea estas misiones para transmitir datos a funcionarios mexicanos, sin incurrir en acciones letales o ataques directos. La recopilación de inteligencia permite el seguimiento de las actividades relacionadas con laboratorios de fentanilo.
Las operaciones han generado inquietud ante la incursión considerable en el espacio aéreo mexicano, siendo una manifestación de la presión ejercida por Estados Unidos para ampliar el alcance de su estrategia contra el narcotráfico y la producción ilícita de fármacos.
Contramedidas mexicanas y acciones en la frontera
Ante el incremento de la actividad aérea encubierta, el gobierno mexicano ha implementado medidas de seguridad, tales como el despliegue de 10.000 soldados en la frontera, en un intento por frenar el contrabando de fentanilo y salvaguardar su territorio.
Las acciones del gobierno de México se insertan en un contexto de cautela frente a la injerencia del país vecino, enfatizando la necesidad de controlar el flujo de sustancias ilícitas mediante supervisión y medidas preventivas en puntos estratégicos de la frontera.
Estrategias integradas y posibilidades de redadas transfronterizas
El Comando Norte del ejército estadounidense ha reforzado la vigilancia en la frontera mediante vuelos de control y un grupo especializado de analistas, lo que complementa la estrategia de inteligencia aérea y la monitorización de actividades en zonas críticas.
La iniciativa apunta a una cooperación interinstitucional entre las autoridades de ambos países, aunque se contempla la opción de intervenciones como redadas transfronterizas en caso de no lograr resultados concretos, evidenciando una estrategia integral orientada a desmantelar los laboratorios de la droga.
