En las últimas horas, se han suscitado terribles acontecimientos en la localidad balnearia que ha quedado incomunicada del mundo tras la furia del huracán Otis. Más de 27 personas han perdido la vida en este desastre y se sabe de al menos 4 desaparecidos.
Las comunicaciones, tanto aéreas como terrestres, se vieron interrumpidas. Aviones y autobuses que solían conectar con Ciudad de México quedaron varados. La red de internet y la electricidad, fundamentales en la vida moderna, se esfumaron en este lugar, obligando incluso a periodistas y fotógrafos a abandonar la ciudad en busca de una señal para transmitir las noticias.
Las imágenes iniciales que se filtraron mostraban la devastación de lujosos hoteles y centros comerciales reducidos a escombros, y lamentablemente, también episodios de saqueos..
La fuerza destructiva del huracán dejó automóviles arrastrados y la tierra temblando
bajo los pies de los habitantes.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se dirigió a Acapulco por carretera, aunque su viaje se vio obstaculizado por deslizamientos de tierra que obstruyeron la autopista. La prioridad es atender a los afectados, pero las comunicaciones siguen siendo un desafío, ya que no se dispone de una evaluación completa de los daños.