¿Es justo que los candidatos presidenciales gasten cantidades exorbitantes de dinero en sus campañas políticas?
La reciente revelación del Instituto Nacional Electoral (INE) sobre el gasto de los aspirantes durante la precampaña ha generado un intenso debate. Por un lado, Xóchitl Gálvez del PAN-PRI-PRD desembolsó la astronómica suma de 63 millones de pesos, mientras que Claudia Sheinbaum de Morena-PT-PVEM reportó un gasto significativamente menor de 38 millones de pesos.
Las cifras revelan no solo los montos invertidos por los candidatos, sino también quiénes fueron sus principales financiadores. En el caso de Gálvez, el PAN fue el mayor contribuyente con más de 40 millones de pesos, seguido por el PRI y el PRD. Por otro lado, Sheinbaum recibió la mayoría de su financiamiento de Morena, con más de 36 millones de pesos.
El desglose del gasto muestra también cómo se distribuyeron los recursos. Sheinbaum destinó una parte considerable a gastos operativos y publicidad en redes sociales, mientras que otros candidatos como Samuel García y Jorge Álvarez Máynez optaron por estrategias diferentes, con montos que van desde los 16 millones hasta los 2 millones de pesos.