El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, previó que la COVID-19 no desaparecerá a corto plazo y el mundo seguirá conviviendo con ella, pero aseguró que “aprender a convivir con esta enfermedad no significa darle total libertad”.
“Vamos a vivir con la COVID-19 en el futuro próximo, y necesitamos aprender a gestionarla con sistemas sostenidos e integrados de lucha contra las enfermedades respiratorias agudas”, destacó Tedros en la apertura del Comité Ejecutivo de la OMS, que esta semana celebra su sesión número 150.
Sin embargo, matizó, “aprender a vivir con la COVID no significa darle total libertad, no puede suponer que aceptemos las 50 mil muertes semanales actuales para una enfermedad que es predecible y tratable”.
También pidió que “no se ignoren las consecuencias de la ‘COVID larga’, que todavía no se conocen totalmente”, en referencia a las muchas personas que incluso tras recuperarse de la enfermedad manifiestan múltiples problemas de salud.
El máximo responsable de la OMS afirmó que hay diferentes escenarios para lograr terminar con la fase aguda de la pandemia, pero que “es peligroso asumir que la variante Ómicron sea la última o que estamos ya en el final”.
“Por contra, las condiciones son óptimas para que emerjan nuevas variantes”, debido a las cifras récord de contagios, que el pasado día 20 de enero fueron las más altas en más de dos años de pandemia, con casi cuatro millones de positivos globales en una sola jornada.
Tedros recordó que el próximo día 30 de enero se cumplen dos años desde que la OMS declaró la emergencia internacional por el coronavirus (entonces la enfermedad aún no había sido bautizada como COVID-19), cuando fuera de China había menos de un centenar de casos y ningún fallecimiento.
“Dos años después se han reportado casi 350 millones de casos y más de 5.5 millones de muertes, unas cifras que sabemos que son conservadoras”, subrayó el director general de la OMS, quien advirtió que actualmente en el mundo se confirman 100 casos cada tres segundos y cinco muertes por minuto.
“Comprendemos que todos están cansados de la pandemia, que la gente está agotada de las restricciones de movimientos, que las economías y los negocios están padeciendo y muchos gobiernos caminan en la cuerda floja intentando equilibrar lo que es eficaz y lo que es aceptable por la población”, subrayó Tedros.