Mazatlán Sinaloa.- Entre el temor a caer nuevamente en las garras de las drogas y el deseo de sobrevivir día a día, alrededor de 50 hombres luchan por sus vidas dentro del Centro de Rehabilitación “Una Luz en el Camino” de la colonia 20 de noviembre, hasta donde llegó la Fundación «Una Mano Amiga» que encabeza Fernando Pucheta Sánchez para llevar apoyos.
Acompañado de una veintena de colaboradores, este lunes los pacientes de la llamada Casa de Vida, recibieron y agradecieron el beneficio de contar con pintura para tener un mejor lugar de superación de sus adicciones, así como algunos alimentos.
Pucheta Sánchez exhortó a los mazatlecos y autoridades a no dejar solos a esta institución y a muchos otros que subsisten con el escaso apoyo que las familias de los pacientes aportan, al igual que algunas empresas.
«La indiferencia mata», afirmó el ex alcalde de Mazatlán, al pedir la solidaridad y comprensión de quienes fueron testigos de la transmisión que se realizó en las redes sociales, donde los internos platicaron de sus problemas con las drogas y su lucha diaria. «Una Luz en el Camino» se encuentra ubicado en la calle Zacatecas número 3503, de la colonia 20 de noviembre. La finca atiende desde hace 13 años a casi 50 adictos, de los cuales, menos de la mitad están en posibilidades de hacer sus aportaciones, algunos no alcanzan a completar siquiera la cantidad de 400 pesos semanal que se pide de cooperación.
La gran mayoría de ellos tienen problemas de adicción con el cristal, hay algunos que mueren en el camino, otros que se salen del centro y ya no regresan, pero muchos han logrado superar su enfermedad y salir adelante, como yo que soy un claro ejemplo de que si se puede, afirmó Julio Montaño Rodríguez, director de la Casa de Vida.
Para los adictos solo hay tres caminos: la locura, la cárcel o la muerte. Si no nos decidimos a atendernos, a rehabilitarnos, en alguno de esos tres caminos vamos a quedar, añadió. Los internos reciben atención de médicos y psiquiatras. Diariamente hacen sus tres comidas al día, comen arroz, frijoles, sopas de verduras. Sus necesidades son muchas, pues cada nueve días tienen que comprar un tanque de gas, que cuesta alrededor de 500 pesos, es decir, cada mes consumen tres tanques para alimentar a la cincuentena de internos. En cada comida, necesitan por lo menos diez kilos de tortillas, es mucho dinero lo que ocupamos para sobrevivir y salir adelante, agregó Montaño.
Tempranito, tenemos nuestras pláticas de los 12 pasos, así empezamos nuestro tratamiento, algunos que ya están más avanzados salen a trabajar y cuando no tenemos comida ni dinero, vamos a las empresas a pedir apoyo prestando nuestros servicios de albañilería o de limpieza, vamos a tortillerias, panaderías o tiendas, donde se pueda, explicó.
Hay algunas empresas como el restaurant Panamá, a donde acuden los martes y jueves porque les regalan pan y eso es un gran apoyo.
A su vez, Fernando Pucheta, exhortó a los mazatlecos a ser solidarios con «Una Luz en el Camino», a comprender y atender a los adictos y además, una vez rehabilitados, que tengan una atención digna, porque según expresaron los mismos jóvenes, una vez que son dados de alta, nadie les quiere dar trabajo por sus antecedentes.
El Centro de Rehabilitación de la 20 de noviembre tiene muchas necesidades y poco dinero; es demasiado frecuente que la gente lleve a sus familiares a internarlos y ya no regresan siquiera a visitarlos, mucho menos a hacer sus aportaciones económicas. Los olvidan y eso no les ayuda a superar sus problemas.
Por ello, el director Julio Montaño, exhortó a las familias a prevenir, a que si un hijo, un hermano o un vecino presenta problemas de drogas, vengan con el enfermo o ellos solos a ser testigos de las pláticas que cada domingo se dan aquí a las 16:00 horas, es un mensaje de vida para que se eviten, diez, quince años o más de sufrimientos.
Está comprobado que la delincuencia disminuye gracias a la existencia de este tipo de lugares, la policía persigue menos, porque hay centros de rehabilitación que atienden a este sector, pues el gobierno muchas veces no les da tratamiento.
Montaño Rodríguez se unió al exhorto de Fernando Pucheta, de que la sociedad les pueda apoyar con alimento, dinero o trabajo para quienes ya están en posibilidades de salir a la calle.
Gracias a esto yo y varios de mis compañeros, hemos salido adelante y podemos ayudar a otros más. Hemos visto pasar decenas de compañeros que han salido adelante, son muchos, no se cuántos, pero esto nos motiva a agradecer el apoyo de todos, de personas como Fernando Pucheta, que no es la primera vez que viene, a ayudarnos y le reiteramos nuestro respeto y gratitud.
Pucheta conminó a los padres de familias a orientar a sus hijos, a quererlos y estar pendientes de sus actividades, porque es muy dificil que salgan adelante de un problema de adicciones y un solo enfermo hace sufrir principalmente a sus padres.
La Fundación «Una Mano Amiga» se comprometió a buscar el apoyo entre sus agremiados y sociedad civil para este centro. Semanalmente se está haciendo entrega de apoyos a escuelas y ahora a una Casa de Vida.
El domingo anterior, se entregó cubetas de pintura al Ejido de El Walamo para remozar las instalaciones de los ejidatarios donde tienen reuniones periódicamente.