Héctor Melesio Cuén Ojeda fue velado en las instalaciones de la funeraria San Martín, ubicada en Montebello. La noticia de su fallecimiento conmovió a muchos, y el servicio de velorio se convirtió en un momento de encuentro para familiares y amigos que deseaban rendir homenaje a su vida y legado.
Un último adiós
Durante el servicio, numerosos familiares y allegados se presentaron para despedirse solemnemente de él. La atmósfera era de tristeza, pero también de gratitud por los momentos compartidos y las enseñanzas que dejó. La comunidad se unió para mostrar su respeto y cariño, recordando a Héctor Melesio como un hombre comprometido con su labor y sus seres queridos.
Los homenajes florales
Entre las muestras de amor y respeto, Robespierre Lizárraga Otero, abogado de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), llegó con una enorme corona de rosas rojas, símbolo de amor y admiración. Esta acción fue un claro reflejo del impacto que tuvo Cuén Ojeda en la vida de quienes lo conocieron. Además, Jesús Madueña también decidió rendir homenaje a su antecesor en la rectoría de la UAS, enviando un colosal arreglo floral que resaltó la importancia de Cuén Ojeda en la institución.
Medidas de seguridad
Para garantizar la seguridad de los asistentes durante este emotivo evento, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) patrullaron los alrededores de la funeraria. Su presencia brindó tranquilidad a los presentes, permitiendo que se concentraran en honrar la memoria de Héctor Melesio Cuén Ojeda sin distracciones ni preocupaciones externas.
El velorio no solo fue un momento para despedirlo, sino también una oportunidad para reflexionar sobre su legado y el impacto que tuvo en la comunidad. A medida que la tarde avanzaba, las historias y recuerdos comenzaron a fluir, dejando claro que, aunque físicamente ya no esté con nosotros, su legado perdurará en cada uno de los que lo conocieron y lo quisieron.