Incidente en el túnel de la autopista Durango–Mazatlán: evidencias y hallazgos
En Concordia se registró el hallazgo de tres cuerpos sin vida dentro del túnel Cerro Santa Lucía, localizado en el kilómetro 181 de la autopista Durango–Mazatlán, en la comunidad de Santa Lucía. La escena presenta cuerpos encintados y marcas compatibles con tortura y disparos, lo que genera dudas sobre el origen de la violencia registrada.
El suceso se dio puntual a las 06:00 horas, momento en el que los hallazgos revelaron múltiples indicios inusuales en el lugar. Se observó que las evidencias dejan entrever una situación de violencia extrema que requiere un análisis pormenorizado de cada detalle físico en la escena del hecho.
Detalles críticos y evidencias en la escena
La inspección visual inicial permitió identificar que los cuerpos mostraban señales notorias de tortura, acompañadas de heridas por disparos. Dichos indicios sugieren que se produjo un hecho violento sin que se puedan descartar prácticas premeditadas dentro del contexto en el que se hallaron.
El hallazgo de cuerpos encintados refuerza la idea de que la acción se ejecutó de forma meticulosa. La falta de un orden aparente en cómo se presentaron los indicios ha suscitado la necesidad de profundizar en el relevamiento de pruebas por parte de peritos especializados.
Acciones de seguridad y operativos de relevamiento en Concordia
La zona fue rápidamente acordonada por agentes de la Guardia Nacional, quienes establecieron medidas de control para evitar la contaminación de la escena. La intervención temprana permitió la preservación de elementos que son cruciales para reconstruir el suceso de forma objetiva.
Con la presencia de peritos de la Fiscalía General del Estado, se inició un procedimiento técnico orientado a la captura de evidencias para una investigación detallada. Las acciones implementadas en el lugar reflejan la importancia de mantener un resguardo crítico y estricto sobre todo el material encontrado.
Procedimientos en el relevamiento de pruebas
Los agentes y especialistas aplicaron métodos de documentación que abarcan la toma de fotografías y registros minuciosos en el interior del túnel. Tales procedimientos permiten preservar con fidelidad la información relacionada con el suceso, sin atribuir interpretaciones adicionales.
El protocolo de actuación mantuvo un enfoque técnico en la recolección de evidencias, sin descartar la posibilidad de que nuevos elementos puedan surgir durante la revisión de la escena. Este enfoque ha facilitado que se realice un análisis secuencial de cada aspecto hallado.