La tarde del 29 de agosto fue testigo de una serie de eventos que alteraron la tranquilidad de varias comunidades en el estado de Sinaloa. Los reportes iniciales indicaron que se trató de narcobloqueos y enfrentamientos entre grupos armados donde presuntamente habría sido capturado Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder de Los Chapitos.
Estos sucesos pusieron a la población en alerta y generaron una respuesta inmediata por parte de las autoridades.
El inicio de los enfrentamientos
Aunque la información que circula es de manera extraoficial, los primeros informes señalaron que los enfrentamientos comenzaron en el poblado de Paredones, ubicado en la sindicatura de Jesús María. Aquí, civiles armados se enfrentaron con tropas del Ejército Mexicano en una serie de eventos que rápidamente se intensificaron. La situación en la zona se tornó caótica, con vehículos volcados y quemados que evidenciaron la magnitud del conflicto.
Reacción de las autoridades
En respuesta a estos eventos, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se movilizaron para asistir a sus compañeros en el lugar de los enfrentamientos. Sin embargo, su avance fue obstaculizado por grupos armados que bloquearon el camino, complicando aún más la situación y dificultando las labores de control por parte de las fuerzas de seguridad.
Impacto en la comunidad
El alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, informó sobre la situación de inseguridad en la sindicatura de Jesús María, alertando a la población sobre los riesgos y medidas a tomar. En Culiacán, la tensión se sintió de inmediato: comercios cerraron sus puertas y la población permaneció atenta y con temor ante la posibilidad de que la violencia pudiera escalar o trasladarse a otras áreas.