Enfrentamiento armado y conflictividad en Tepuche, Culiacán
El pasado viernes 21 de febrero, durante la jornada del mediodía en Tepuche, al norte de Culiacán, se registró un tiroteo entre gatilleros. En este enfrentamiento, disparos cruzados generaron una situación de violencia en la zona, afectando de forma directa el ambiente en el sector. El incidente se desarrolló en un contexto en el que la presencia de elementos armados alteró la normalidad del tránsito y las actividades cotidianas del área.
Durante el tiroteo se registró el baleo de un vehículo, cuyo ocupante, empleado de una empresa de telefonía, resultó herido al recibir un proyectil en el glúteo. El trabajador se convirtió en una víctima colateral de la situación de violencia y de la confrontación entre elementos armados, reflejando la cruda realidad de estos eventos en algunas zonas del estado.
Respuesta de cuerpos estatales y protocolos de atención durante el incidente
Ante la alerta recibida a través del 911, elementos de la Policía Estatal Preventiva se movilizaron de manera inmediata, acompañados por efectivos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional. La intervención conjunta respondió a la necesidad de restablecer el orden en el área y prestar auxilio al herido, siguiendo los protocolos establecidos para situaciones de riesgo y violencia derivada de enfrentamientos armados.
El trabajador lesionado fue trasladado a un hospital de Culiacán para recibir atención médica y continuar bajo observación. La rapidez en la respuesta de las instituciones involucradas evidenció la coordinación operativa frente a incidentes de este tipo, en donde la seguridad de la población y la atención oportuna a las víctimas de fuego cruzado son aspectos críticos.
Procedimientos de atención médica y coordinación operativa
La movilización de los equipos de emergencia facilitó la atención médica inmediata al empleado afectado, quien fue trasladado para ser incorporado al Protocolo hospitalario sin demoras. Este procedimiento respondió a la necesidad de brindar asistencia en circunstancias de alta alerta y violencia, en un escenario donde las intervenciones debían actuar con precisión ante el riesgo continuo.
La coordinación entre fuerzas de seguridad y servicios médicos se realizó siguiendo los lineamientos de actuación estipulados para emergencias derivadas de tiroteos. Esta interacción permitió atender la contingencia sin demoras adicionales y con un enfoque claro en minimizar el impacto en la integridad de las personas involucradas en el incidente.