En el ámbito del comercio electrónico, las empresas implementan diversas estrategias para fomentar las compras de los consumidores. Estas estrategias, si bien son efectivas para aumentar las ventas, también pueden influir en que los clientes adquieran productos que no tenían inicialmente planeado comprar.
Una de las estrategias más comunes es establecer un «mínimo de compra» para obtener envío gratuito. Esto significa que los consumidores deben alcanzar cierto monto en sus compras para evitar el costo adicional de envío. Asimismo, algunas tiendas ofrecen la opción de agregar más productos al carrito para obtener envío gratuito, lo que puede llevar a un aumento en el gasto total del cliente.
Otra táctica utilizada es ofrecer envío gratuito solo en productos seleccionados. Esto implica que los consumidores pueden obtener envío gratuito únicamente en ciertos artículos, lo que puede influir en su decisión de compra.
Además, algunas empresas incorporan el costo de envío dentro del precio de los productos, haciendo que los consumidores perciban que están obteniendo un beneficio cuando en realidad están pagando más de lo planeado.
Por último, algunas tiendas ofrecen envío gratuito a cambio de una suscripción mensual o anual. Si bien esto puede ser conveniente para los clientes frecuentes, también puede llevarlos a mantener una suscripción activa para evitar los costos de envío.
Es importante que los consumidores estén atentos a las condiciones y restricciones de estas promociones, como periodos de entrega prolongados, áreas de entrega limitadas y suscripciones requeridas. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aconseja a los consumidores reflexionar sobre estas ofertas para evitar gastos innecesarios y no caer en trucos de marketing.