Hoy, en el anticipado Super Bowl LVIII, los San Francisco 49ers y los Kansas City Chiefs se enfrentarán en un emocionante duelo. Sin embargo, la atención se desvía hacia la presencia de Taylor Swift, quien, después de un exitoso concierto en Tokio, hizo un vertiginoso viaje de más de 8 mil kilómetros para reunirse con su novio, Travis Kelce, jugador de los Chiefs.
Swift, tras sus presentaciones en Japón, voló de regreso a Estados Unidos para apoyar a Kelce en el evento deportivo. Aunque sus fans se preguntan por qué aterrizó en Los Ángeles en lugar de Las Vegas, sede del Super Bowl.
La cantante ideó un plan de vuelo meticuloso para evitar ser rastreada, ya que ninguno de los vuelos que salían de Tokio coincidía con el jet en el que suele viajar. Aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y fue vista subiendo a una camioneta, protegida por su equipo de seguridad.
Las teorías sobre su elección de destino incluyen la necesidad de una revisión de aduana en LA o la saturación del estacionamiento en el aeropuerto de Las Vegas debido al evento. Otra versión sugiere que Swift regresó a su hogar en Beverly Hills debido a las reglas que prohíben a los jugadores pasar la noche previa al juego con sus parejas para mantener la concentración.
La presencia sorpresa de Taylor Swift en Los Ángeles añade un toque de intriga al Super Bowl LVIII, demostrando que el amor y el deporte pueden unir a personas incluso a través de grandes distancias.