La joven Lizbeth García, originaria de Monterrey, Nuevo León, ha sido reportada como desaparecida desde el sábado 24 de febrero de 2024. Según los informes, García había viajado a Mazatlán, Sinaloa, con su pareja, Marcos Alberto Rodríguez García, y desde entonces no se ha sabido nada de ellos.
La última comunicación que tuvo la familia con Lizbeth fue ese mismo sábado a las 5:00 horas, cuando envió un mensaje diciendo que estaba en camino de regreso a Monterrey. Desde entonces, no han podido contactarla ya que su teléfono está apagado y no han podido recibir ningún mensaje de ella.
El domingo, Rodríguez García se conectó por unos minutos y aseguró a la familia de Lizbeth que estaban bien, pero que tenía poca batería en su teléfono y que regresarían a casa al día siguiente. Sin embargo, no llegaron y Rodríguez García apagó su teléfono inmediatamente después de la llamada.
La hermana de Lizbeth, Natalia García, ha estado buscando incansablemente a su hermana y ha hecho un llamado público para cualquier información que pueda ayudar a localizarla. Según Natalia, ella y Lizbeth son muy unidas y es muy inusual que Lizbeth desaparezca sin dejar rastro o se quede sin batería en su teléfono durante tanto tiempo.
Los familiares han contactado al hotel en Mazatlán donde se hospedaban Lizbeth y Rodríguez García y les informaron que la pareja había salido del establecimiento la madrugada del sábado, coincidiendo con el último mensaje enviado por Lizbeth.
Esta desaparición se suma a las preocupantes estadísticas de personas desaparecidas en México, que se han convertido en una crisis de derechos humanos en el país. Según el Registro Nacional de Datos de Personas Desaparecidas, hasta el 2020 se tenían registradas más de 79,000 personas desaparecidas en México, la mayoría de las cuales se desconoce su paradero. Esta situación ha despertado críticas a las autoridades mexicanas por la percepción de inactividad e ineficiencia en la investigación y búsqueda de las personas desaparecidas.