Después del trágico accidente de autobús ocurrido en Sinaloa, donde perdieron la vida al menos 22 personas, los sobrevivientes enfrentan una serie de desafíos económicos y de atención médica. Entre ellos se encuentra Eleazar Lara, cuya esposa, Belém, sufrió quemaduras en manos, rostro y espalda como resultado del accidente.
A pesar de la tragedia, Lara y su familia se encuentran preocupados por la falta de apoyo económico y médico. Según Lara, la familia ha tenido que costear todos los gastos médicos y de medicamentos con la ayuda de amigos, ya que ni la empresa de transporte ni el seguro han proporcionado asistencia hasta el momento.
La situación se agrava aún más por la pérdida de la mercancía y pertenencias de la familia, que también se encontraban en el autobús siniestrado. Lara menciona que, aunque su esposa está siendo atendida en el Hospital General de Culiacán, se enfrentan a dificultades para obtener ciertos medicamentos que no están disponibles en la farmacia del hospital.
A pesar de los esfuerzos por buscar ayuda, Lara indica que hasta el momento no han recibido ninguna asistencia significativa de ninguna entidad involucrada en el accidente. La única interacción con la empresa de transporte se limitó a una llamada telefónica en la que se les proporcionó un número de seguro, pero no se ha materializado ninguna ayuda concreta.
Los sobrevivientes, como Lara y su familia, buscan desesperadamente apoyo económico y médico para hacer frente a las secuelas del accidente. Mientras tanto, continúan en espera de respuestas y asistencia por parte de las autoridades pertinentes y de la empresa de transporte involucrada.
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