O en su opinión, México debería dar prioridad a la inversión en infraestructuras, educación, salud y desarrollo social.
El empresario mexicano Carlos Slim Helú, considerado uno de los hombres más ricos del mundo, declaró el pasado 12 de febrero de 2024, que su conglomerado empresarial Grupo Carso no ha obtenido beneficios significativos durante la administración de Andrés Manuel López Obrador. Slim manifestó que a pesar de participar en proyectos del gobierno como el Tren Maya, específicamente en el tramo 2, no ha podido expandir sus operaciones hacia el sector de televisión de paga, iniciativa que ha estado esperando con paciencia durante los últimos 20 años y cinco gobiernos que no la han autorizado.
Después de un recorrido por su trayectoria empresarial, Slim defendió su adquisición de Teléfonos de México (TELMEX), asegurando que fue una inversión y no un regalo. A pesar de las dificultades financieras de la compañía, resaltó su compromiso con su valor como empresa mexicana, descartando cualquier posibilidad de venta.
En cuanto a las propuestas de reforma presentadas por el presidente, Slim se mostró a favor de un Poder Judicial independiente y capaz de tomar decisiones distintas al Ejecutivo. Sin embargo, señaló que la inversión en México es la clave para un mayor desarrollo del país, sugiriendo que debería alcanzar entre el 28 y el 30% del Producto Interno Bruto (PIB), priorizando sectores como infraestructura, educación, salud y desarrollo social.
El contexto en el que se dan estas declaraciones es en medio de un gobierno que ha enfatizado su intención de reducir la influencia de los grandes empresarios en la política y economía mexicana, lo que ha generado tensiones con figuras como Slim. Así, estas declaraciones representan una crítica a la gestión de López Obrador y una visión de hacia dónde debería enfocarse el país para su desarrollo.