El pasado sábado 24 de febrero, un sismo preliminar de 4.6 grados fue registrado por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) en el estado de Oaxaca, México. Según los informes, el epicentro se localizó a 34 kilómetros al suroeste de San Pedro Pochutla. A pesar de que no se activó la Alerta Sísmica en la Ciudad de México, se activaron protocolos de emergencia como medida de precaución.
El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) indicó que no fue necesario emitir un aviso de alerta debido a que la energía radiada durante los primeros segundos del sismo no superó los niveles de activación. Sin embargo, se realizaron las respectivas revisiones de inmuebles y zonas del epicentro como protocolo de seguridad estándar.
En redes sociales, usuarios afirmaron que el movimiento no fue perceptible en la capital de Oaxaca. Hasta el momento, no se han reportado daños ni víctimas como resultado del sismo. Se espera que más información sea proporcionada en los próximos minutos.
Como recomendación general ante un sismo, las autoridades aconsejan mantener la calma, seguir las rutas seguras en caso de estar en un piso bajo y poder salir del inmueble, colocarse en la zona de menor riesgo si se está en un piso alto y no se tiene tiempo para salir, seguir los protocolos del programa de Protección Civil, apagar interruptores de luz y cerrar llaves de paso de agua y gas. También se recuerda a la población la importancia de no correr, no gritar y no empujar.
El estado de Oaxaca, ubicado en el sur de México, es una región con alta actividad sísmica debido a la interacción de varias placas tectónicas en la zona, lo que hace que los sismos sean un fenómeno común en el estado. Sin embargo, es importante señalar que no todos los sismos tienen la capacidad de causar daño o ser percibidos por la población, como fue el caso de este reciente sismo.