En medio de una temporada de riego agrícola crucial para el sector productivo, el estado de Sinaloa se enfrenta a una de las sequías más severas de su historia.
Con el sistema de presas operando a una capacidad alarmantemente baja del 18 por ciento, y los pozos de agua agotándose a un ritmo preocupante, la situación es cada vez más complicada.
Los agricultores y ganaderos, cuya subsistencia depende del agua para sus cultivos y el cuidado de sus animales, se encuentran ante una situación, que no se había visto en al menos 29 años. Las presas, antaño símbolos de vida y prosperidad, hoy día son testigos mudos de la crisis que golpea con fuerza a la región.
El informe más reciente del Monitor de Sequía de México, publicado el 29 de febrero, es una radiografía del problema.
Ante esta situación representantes de los distintos sectores económicos advierten la necesidad de medidas urgentes.
Advertencia del presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán
Oscar Sánchez, presidente de la Unión de Comerciantes de Culiacán, advierte que la situación actual podría tener consecuencias negativas para la economía local y la seguridad alimentaria y considera que, a meses de distancia de la temporada de lluvias, Sinaloa está en una carrera contra el tiempo para encontrar soluciones que puedan mitigar el impacto de esta.
El pasado jueves 7 de marzo, entregó una solicitud al gobernador Rubén Rocha Moya, donde a nombre del gremio que encabeza solicitan se declare emergencia por desabasto de agua.
“Todos sabemos que las presas de Sinaloa, especialmente las de la zona centro, entre ellas la Sanalona, se encuentra a muy bajos niveles de agua y esto va a impedir que haya ciertos cultivos agrícolas y también que en algún momento se convierta en un riesgo la falta de agua para el consumo humano, es por eso que desde ahí necesitamos trabajar en serio”.