Mazatlán.- Sesenta familias porteñas que integran el colectivo Una luz de esperanza buscan al mismo número de sus seres queridos que se encuentran desaparecidos aquí en el municipio, dio a conocer Miriam Báez Murillo.
Ella, junto con otras madres de familia y hermanos, se manifestaron este jueves en el Monumento a la Familia, para conmemorar el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.
POLICÍAS ¿INVOLUCRADOS?
La entrevistada dijo que hace tres meses, luego de un año de búsqueda, logró encontrar los restos de su hijo, quien de acuerdo a testigos fue “levantado” por policías estatales, quienes se lo llevaron en una patrulla.
Abundó que ella acudió a todas las corporaciones policiacas, pero en todas le dijeron que no tenían ningún detenido con la filiación de su hijo, e incluso les refería el sitio y hora donde su vástago fue privado de la libertad, pero por toda respuesta le decían que en el sitio y hora señalados no se había realizado ningún operativo.
“Desgraciadamente sí tenemos conocimiento de varios de nuestros casos que son involucrados, nos manejan en nuestros casos que son patrullas clonadas, no tenemos la certeza, no sabemos, no llegamos a tanto, porque nosotros no queremos culpables, queremos a nuestros hijos y nosotros no ahondamos en ese caso”.
FAMILIAS ESTIGMATIZADAS
A la rastreadora se le preguntó si realmente existe un prejuicio respecto a las personas desaparecidas, ya que existe la idea generalizada de que estas fueron “levantadas” debido a que se dedicaban a actividades ilícitas.
“Es una pregunta muy difícil para nosotros, porque en la mayoría de los casos, yo como mamá, en mi casa yo sabía lo que hacía mi hijo, pero fuera de mi casa ellos son muy astutos y hacen cosas que muchas veces que nosotros como padres no nos damos cuenta, en este caso tenemos muchachos que en su momento no han estado involucrados con nada y han estado en el lugar y momentos equivocados”.
Sin embargo, mencionó casos en los que sus seres queridos no fueron “levantados”, sino que simple y sencillamente desaparecieron sin dejar rastro, como el caso de un joven llamado Fernando Humarán, quien luego de estar en la Zona Dorada, tomó un taxi para acudir a un billar en la colonia Pancho Villa, y desde ese entonces –hace un año y tres meses—no se sabe más de él.
TODOS MUERTOS POR ARMA DE FUEGO, TORTURAS O QUEMADOS
La señora Báez Murillo refirió que las prospecciones realizadas por ellas les han permitido encontrar cuerpos sobre todo en las zonas aledañas al casco urbano, en las afueras de la ciudad, y en El Rosario, y la mayoría de los cadáveres hallados indican que fueron privados de la vida por disparos de arma de fuego, torturas e, incluso, quemados.
Finalmente, la entrevistada encomió la existencia de Banco de Datos Genéticos, ya que este ha permitido identificar al menos tres cuerpos en el municipio, de manera que todos los integrantes del colectivo han donado sus muestras genéticas correspondientes, las cuales se encuentran en bases de datos del estado y a nivel federal.