La Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) ha desmentido informes recientes que circulaban en la prensa sobre la supuesta caída de uno de sus helicópteros en el estado de Sinaloa. En lugar de un accidente, la Semar explicó que se trató de un aterrizaje de precaución tras un incidente en el aire.
El helicóptero MI-17, que estaba desplegado en operaciones de mantenimiento del Estado de Derecho en las cercanías del poblado de Santa María, se vio obligado a aterrizar después de que una de sus palas entró en contacto con un cable no balizado. El incidente ocurrió el miércoles por la mañana.
La Semar subrayó que el aterrizaje de precaución se llevó a cabo para proteger la seguridad de la tripulación a bordo y para permitir una inspección detallada de la aeronave para descartar cualquier daño potencial. No se reportaron heridos entre los tripulantes del helicóptero y la aeronave se encuentra en perfectas condiciones.
El incidente pone de relieve la importancia de la continua capacitación de los pilotos navales de la Semar, cuyas habilidades permitieron manejar una situación potencialmente peligrosa sin que se produjeran heridas o daños graves en la aeronave.
Este evento ocurre en un contexto en que las fuerzas armadas de México desempeñan un papel cada vez más activo en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, particularmente en regiones como Sinaloa, que a menudo son consideradas bastiones de los poderosos cárteles de la droga.
El estado de Sinaloa, reconocido por su fuerte presencia de cárteles, ha sido un foco de intensa actividad militar y naval como parte de los esfuerzos del gobierno mexicano para reforzar la seguridad y el Estado de Derecho en la región. La presencia constante de aeronaves militares y navales es una parte esencial de estas operaciones.