El 14 de febrero, el Día del Amor y la Amistad, es celebrado en muchas partes del mundo, marcado por intercambio de regalos, flores, chocolates y tarjetas con mensajes de amor y amistad. Esta festividad está comúnmente asociada a San Valentín, un personaje que ha sido vinculado con diversas historias y leyendas.
En la tradición de la Iglesia Católica, se dice que San Valentín fue un sacerdote en el siglo III en Roma durante el reinado del emperador Claudio II. Este último había prohibido los matrimonios entre jóvenes soldados, con la creencia de que la soltería los haría más eficientes en el campo de batalla. San Valentín desafió esta prohibición, casando en secreto a las parejas, lo que resultó en su encarcelamiento y eventual ejecución el 14 de febrero del año 270. Sin embargo, este relato carece de evidencia histórica sólida.
Otras versiones alternativas sugieren la posibilidad de otros personajes con el mismo nombre, o la adaptación de antiguas festividades paganas romanas como origen de la celebración del Día de San Valentín. La Iglesia Católica, que eliminó a San Valentín del calendario litúrgico, fue responsable de su canonización y la popularización de su figura como patrono de los enamorados en el año 498. Desde entonces la festividad se extendió por Europa y después por el mundo, adoptando diversas costumbres y tradiciones de acuerdo con la cultura local.
En México, la celebración del Día del Amor y la Amistad ha existido desde el siglo XIX y es considerada una fecha altamente consumista. Es común que se realicen eventos y actividades en escuelas, restaurantes, hoteles y otros espacios públicos. A pesar de la incertidumbre en torno a la existencia e historia de San Valentín, su figura representa un mensaje universal sobre la importancia de las relaciones humanas y el amor entre las personas.