Rosa María Guerrero ha demostrado ser una atleta excepcional, alcanzando grandes logros en el mundo del para atletismo. Originaria de Mazatlán, Sinaloa, Guerrero nació el 30 de noviembre de 1984 y, aunque en sus primeros años su pasión fue el futbol, el destino la llevó a destacar en el lanzamiento de disco.
Superación personal y cambio de rumbo
El deporte siempre jugó un papel importante en la vida de Rosa María. En 2010, un diagnóstico de paraplejía cambió su vida, pero no su amor por el deporte. En lugar de apartarse, se adaptó y comenzó a practicar basquetbol. Finalmente, encontró su camino en el paratletismo bajo la guía del entrenador Iván Rodríguez.
De Rio 2016 a Tokio 2020
Tras los Juegos Paralímpicos de Río 2016, Guerrero se inspiró en el equipo brasileño de para atletismo y decidió enfocarse en el lanzamiento de disco. Su dedicación y talento en esta disciplina la llevaron a ganar la medalla de oro en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019 y el bronce en el Campeonato Mundial de Londres 2017. Estos logros le merecieron el Premio Estatal de Deportes en Sinaloa en 2017 y 2019.
Éxitos en el escenario mundial
Rosa María Guerrero hizo su debut en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 a la edad de 36 años, sólo cinco años después de iniciar su carrera en el para atletismo, y se llevó a casa la medalla de bronce en el lanzamiento de disco. Este éxito se repitió en París 2024, donde nuevamente se subió al podio para recibir el bronce.
Reflexiones de una campeona
Al recibir su medalla en París, Rosa María expresó su orgullo y alegría por sus logros. Sus palabras reflejan su espíritu de lucha y la satisfacción personal que siente al ver sus esfuerzos recompensados: “Hay que disfrutar esta medalla y disfrutarme a mí, de lo que he logrado. Aquí estoy, con la frente en alto, diciéndome a mí misma ¡Felicidades, lo lograste!”.
Con cada competencia, Rosa María Guerrero no solo se lleva medallas, sino que también se gana un lugar en los corazones de aquellos que siguen su inspiradora historia de perseverancia y éxito.
