Ricardo Anaya ha regresado a México después de haber pasado tres años fuera del país. Durante este tiempo, Anaya estuvo en Estados Unidos, argumentando que era víctima de una “persecución política” por parte del gobierno de la Cuarta Transformación. Este autoexilio ocurrió tras las acusaciones de haber movido sobornos entre legisladores para facilitar la aprobación de la reforma energética durante el mandato de Peña Nieto.
Un Nuevo Rol en el Senado
Ahora, Anaya ha vuelto para asumir un papel en la política nacional, esta vez como senador por la vía plurinominal. En su regreso, dejó claro que no teme posibles acciones legales en su contra. Además, expresó su entusiasmo y disposición para servir a México desde su nuevo cargo en el Senado.
Trámite Discreto
A pesar de que su regreso se llevó a cabo de manera discreta, el Senado ya tenía conocimiento de su llegada para poder realizar el trámite correspondiente de su credencial como legislador. Este paso era necesario para que pudiera ejercer su nuevo rol en la política mexicana sin contratiempos.
Sin Impedimentos Legales
Es importante destacar que, a pesar de las acusaciones previas, no existe actualmente ninguna orden de aprehensión en contra de Anaya. Esto le permitió participar como candidato al Senado sin enfrentar impedimentos legales que obstaculizaran su camino de regreso a la escena política del país.