Restos óseos hallados en el cerro del Ejido El Castillo: reporte y evidencias
El hallazgo de restos óseos en la cima de un cerro en el Ejido El Castillo fue registrado en un operativo realizado a las 12:00 horas. La detección se produjo cuando integrantes de un colectivo, en colaboración con personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, observaron restos colgando de una cuerda atada a un árbol.
El reporte inicial detalla que los restos óseos se encontraban en una posición inusual, lo que generó una inmediata intervención de elementos forenses. La metodología aplicada en la ruta de rastreo aportó elementos que permiten precisar la ubicación exacta del hallazgo.
Detección en terreno y primeros detalles del operativo
La identificación inicial se efectuó al observar restos óseos en una zona elevada, lo que evidencia la importancia del trabajo realizado en terreno. La presencia de la cuerda atada a un árbol marcó el primer indicio visual del material óseo disperso en el área.
El operativo incluyó una búsqueda minuciosa en los alrededores del árbol, lo que permitió localizar el resto faltante de la osamenta. La detección se realizó en un contexto de colaboración entre distintos actores, destacando la seriedad del procedimiento empleado para asegurar la evidencia.
Análisis pericial y colaboración interinstitucional en el caso
La intervención de la Fiscalía General del Estado se activó inmediatamente tras el reporte inicial, guiando el proceso de recolección y preservación del material óseo. Una vez identificado el hallazgo, el personal pericial se encargó de buscar el resto faltante que se encontraba disperso a pocos metros.
El traslado de la osamenta al Servicio Médico Forense inició el protocolo de análisis, en el que se realizarán pruebas de ADN para determinar su identidad. La coordinación entre distintos organismos permite asegurar la integridad de la evidencia y garantizar la aplicación de técnicas forenses reconocidas.
Procedimientos de recolección y aplicación de pruebas de ADN
El protocolo establecido contempla el traslado inmediato de la osamenta a un centro especializado, donde se realizarán pruebas de ADN para avanzar en la investigación. La metodología forense aplicada busca rastrear vínculos y establecer un análisis detallado del material óseo encontrado.
En esta fase, el uso de técnicas periciales avanzadas es fundamental para la correcta identificación de la persona relacionada con el hallazgo. La aplicación de pruebas de ADN se lleva a cabo en un ambiente controlado y con supervisión especializada, buscando cumplir con las normativas vigentes en materia forense.
