En octubre, el huracán «Otis» golpeó con fuerza el puerto de Acapulco, Guerrero, un destino turístico por excelencia en México. Aunque este fenómeno natural dejó un saldo de víctimas y daños materiales significativos en la infraestructura de la localidad, incluyendo hoteles y viviendas, hubo elementos del patrimonio local que se vieron afectados de una manera peculiar. Entre estos, las dos famosas ranas mariachis del restaurante-bar Señor Frog’s, un distintivo del consorcio restaurantero, no sólo resistieron los embates del clima sino que también fueron objeto de robo.
Recuperación de un Símbolo Local
El operativo de recuperación tuvo lugar en Nezahualcóyotl, Estado de México, donde personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) logró localizar las figuras robadas. Gracias a las denuncias de los vecinos de la colonia Metropolitana, se pudo dar con el paradero de las ranas mariachis al interior de un inmueble. Este hallazgo no solo significó la recuperación de unos objetos robados sino también la reafirmación de la identidad y el patrimonio cultural asociado al restaurante-bar Señor Frog’s.
La vivienda donde fueron encontradas las figuras pertenecía a Manuel “N”, identificado como presidente de la asociación civil RCP. Su implicación en el robo de estas figuras añade una capa de complejidad al caso, evidenciando cómo incidentes posteriores a desastres naturales pueden desembocar en delitos que van más allá del impacto inicial de dichos eventos. Además, el hallazgo de varias dosis de droga en el sitio añade un elemento criminal adicional al caso.
Consecuencias Legales y Sociales
Manuel “N” fue aprehendido por delitos de despojo de viviendas con violencia y ahora enfrenta la posibilidad de que se le sume una carpeta de investigación por el robo a comercio debido al hurto de las esculturas de Acapulco. Este evento subraya la importancia de la vigilancia comunitaria y la colaboración ciudadana con las autoridades para preservar el patrimonio cultural y combatir el crimen.
