La Secretaría de Educación Pública ha decidido acortar el calendario escolar, finalizando las clases el 27 de junio en lugar del 17 de julio, una reducción de 21 días. La medida ha sido bien recibida por los padres de familia, quienes consideran que ayudará a prevenir enfermedades y golpes de calor en los niños, aunque también manifestaron inquietudes sobre el posible retraso en la educación.
En un sondeo realizado, varias madres de familia expresaron que el recorte es especialmente beneficioso para los niños más pequeños, quienes se han quejado del calor, particularmente aquellos con actividades al aire libre. Una madre comentó: «Yo sí estaría de acuerdo, sobre todo para los niños que son los más pequeños; de hecho, estuvieron recortando el receso porque está muy fuerte el calor».
Otra madre, Paulina, con hijos en la primaria y en el jardín de niños, señaló que el recorte es positivo debido a las altas temperaturas, pero sugirió la implementación de clases en línea para evitar la pérdida de casi un mes de escuela.
Sin embargo, algunos padres indicaron que el recorte podría ser problemático, ya que muchos padres trabajan y no pueden supervisar a sus hijos en casa o ayudarlos con las tareas. Otros sugirieron ajustar los horarios escolares para que los niños entren más temprano y salgan antes de que el calor sea más intenso.
En dos casos, se reportó que niños se habían desmayado en sus escuelas debido a las altas temperaturas, lo que refuerza la preocupación por la salud de los estudiantes.
La decisión de la Secretaría de Educación Pública de acortar el calendario escolar ha generado un debate entre los padres sobre cómo equilibrar la salud de los niños con la continuidad de su educación.