Poco después de que México se independizara, Agustín de Iturbide fue elegido Emperador. Sin embargo, esta forma de gobierno no duró mucho, pues desde 1812 se habían celebrado las primeras elecciones por voto, y aunque los habitantes solo podían elegir a los electores parroquiales, ese hecho marcó la transición al sistema democrático.
Como vimos, el sistema Imperial fue reemplazado por el sistema democrático y presidencial en el cual, la gente podría elegir a sus gobernadores. Es así como en 1824, Guadalupe Victoria llegó al poder. Cabe señalar que con el tiempo, uno de los lemas que más se defendió fue el de “No reelección”, pues presidentes como Santa Anna llegaron a reelegirse incluso más de cinco veces. Sin embargo, incluso quienes defendieron fervientemente este lema lo traicionaron, un ejemplo claro es Porfirio Díaz.
Fuente: México Desconocido