En una sorprendente emergencia médica, un vuelo de la aerolínea Delta con destino a Barcelona se vio obligado a regresar a Atlanta tras dos horas de vuelo debido que Uno de los pasajeros a bordo no pudo contenerse y dejó un rastro de diarrea a lo largo de un pasillo del avión.
Las imágenes compartidas en redes sociales muestran que se utilizaron pedazos de papel para cubrir los restos mientras el avión realizaba un aterrizaje anticipado. Los esfuerzos de limpieza, que involucraron toallas de papel y desinfectante perfumado, no lograron eliminar por completo el olor.
El piloto explicó en un audio compartido en redes sociales que el regreso se debió a una «cuestión de riesgo biológico». Tras ocho horas de retraso, los pasajeros, incluido el que sufría diarrea, pudieron volver a abordar y finalmente llegaron a Barcelona el sábado 2 de septiembre.