Hallazgo y análisis de restos óseos en Culiacán: evidencia forense en terreno
Un equipo especializado identificó al menos cuatro osamentas en la zona enmontada de La Presita y en la colonia Granadas de Culiacán. El operativo se realizó con precisión en dos jornadas consecutivas, permitiendo la ubicación de restos óseos en distintos puntos del sector.
Las búsquedas efectuadas por el colectivo Sabuesos Guerreras demostraron el rigor del trabajo de campo. El registro de vestigios en el lugar se realizó atendiendo a un protocolo técnico que buscaba mantener la integridad de cada evidencia encontrada.
Detalles del operativo en La Presita y colonia Granadas
El hallazgo se llevó a cabo durante el trabajo de campo realizado el miércoles y jueves, separando la labor en dos días específicos. Durante el primer día se identificaron dos osamentas y dos adicionales fueron encontradas al día siguiente.
La ubicación de cada uno de los restos permite un seguimiento detallado del proceso investigativo. La zona enmontada fue seleccionada por presentar condiciones adecuadas para el registro y la preservación de la evidencia encontrada.
Intervención técnica y traslado de evidencias óseas para identificación forense
Posterior al descubrimiento, se puso en marcha la acción de personal especializado, incluyendo a peritos y funcionarios con conocimientos técnicos. Dicho equipo acudió al lugar para brindar apoyo técnico durante la evaluación de los restos hallados.
Los huesos serán trasladados al anfiteatro destinado para la identificación, lo que responde a los protocolos establecidos para el manejo seguro de evidencias. La intervención se realizó siguiendo estrictos lineamientos operativos, procurando el resguardo de la cadena de custodia en el proceso.</p>
Acción coordinada entre peritos y equipos técnicos
La colaboración entre los expertos en la materia permitió registrar cada aspecto del hallazgo con la rigurosidad requerida. La participación de fuentes especializadas aseguró la correcta aplicación de los procedimientos técnicos durante el traslado y la documentación de la evidencia.
La intervención conjunta facilitó el cumplimiento de las medidas de seguridad establecidas, evitando la manipulación incorrecta de los vestigios. Se mantuvo una coordinación técnica que aseguró el seguimiento de cada paso en el proceso sin emitir apreciaciones sobre las implicancias del hallazgo.
