Hallazgo de restos óseos y vestigios en Ejido de La Piedrera, Culiacán
El pasado miércoles, poco después de las 10:57 horas, se reportó el hallazgo de una osamenta en el Ejido de La Piedrera, Culiacán, durante una operación de búsqueda realizada en la zona. Un colectivo de Sabuesos Guerreras detectó primero diversas prendas descartadas y, en una etapa posterior de la inspección, encontraron restos óseos con un evidente grado de descomposición.
La presencia de estos vestigios ha llevado a la implementación de protocolos inmediatos, donde el registro visual y la preservación del lugar han sido fundamentales. El descubrimiento se enmarca en procedimientos establecidos para la identificación y documentación de evidencias en la escena del hallazgo.
Procedimientos forenses y medidas de recolección en investigaciones de vestigios óseos
Agentes de la Fiscalía del Estado de Sinaloa acudieron al sitio tras ser notificados, implementando medidas para asegurar el perímetro del área y capturando imágenes detalladas del hallazgo. Este proceder se desarrolló en concordancia con los protocolos aplicables en investigaciones forenses, orientados a preservar la integridad de cada evidencia encontrada.
El traslado inmediato de la osamenta se realizó de forma meticulosa, permitiendo que la cadena de custodia se mantuviera intacta. Los procedimientos ejecutados siguieron directrices precisas para posibilitar futuros exámenes y análisis que contribuyan a esclarecer las características de la víctima, la cual, por indicios presentes en los restos, se presume de sexo masculino.
Recolección, aseguramiento y análisis de ADN en el proceso investigativo
Posterior a la intervención policial, los vestigios óseos fueron trasladados a instalaciones especiales destinadas a realizar exámenes de ADN, proceso fundamental para avanzar en la investigación. Las técnicas de recolección, junto a la documentación visual, se aplicaron bajo criterios estrictos que aseguran la veracidad de la evidencia rescatada.
El análisis forense de los restos se enmarca dentro de un protocolo riguroso que contempla estudios moleculares para identificar la procedencia del cadáver. La realización de estos exámenes se lleva a cabo en un ambiente controlado, garantizando que cada fase del proceso cumpla con las normativas establecidas para investigaciones de esta naturaleza.
