Israel ha iniciado operaciones terrestres «limitadas» en el sur de Líbano, específicamente dirigidas contra infraestructuras de Hezbolá. Esta situación ha sido confirmada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, que ha seguido de cerca los desarrollos en la región. Estas acciones han generado un aumento en la tensión en la frontera, un área ya conocida por ser un punto de conflicto frecuente entre Israel y Hezbolá.
Tensiones en aumento
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado su oposición clara a estas operaciones, solicitando un alto al fuego inmediato. La muerte del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, a manos de Israel ha sido un factor clave en el incremento de las tensiones. Si bien el secretario de Estado, Antony Blinken, declaró que el mundo es «más seguro» tras la muerte de Nasralá, también ha pedido una desescalada del conflicto y ha abogado por una solución diplomática.
Reacciones en el Líbano
En respuesta a las operaciones de Israel, el ejército libanés ha reposicionado sus tropas en el sur del país, un movimiento estratégico que apunta a fortalecer la defensa en una región altamente volátil. Se han reportado intercambios de artillería cerca de varias aldeas fronterizas, incluidas Wazzani, el valle de Khiam, Alma al Shaab y Naqura. Estas áreas están ubicadas frente a las localidades Israelíes que Israel ha declarado como «zona militar cerrada».
Posibilidad de escalada
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, previamente había insinuado la posibilidad de llevar a cabo operaciones terrestres contra Hezbolá, lo cual ahora se ha materializado en estas incursiones limitadas. La situación sigue siendo tensa, y la comunidad internacional observa con cautela los desarrollos, preocupada por una posible escalada en un conflicto que ya ha tenido repercusiones significativas en la estabilidad regional.