El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha expresado su seria preocupación por los recientes ataques aéreos israelíes en el campo de refugiados de Jabalia, en la Franja de Gaza. Según el organismo, debido al elevado número de víctimas civiles y la magnitud de la destrucción causada, estos ataques podrían constituir crímenes de guerra.
La región palestino-israelí ha sido testigo de una escalada de violencia en las últimas semanas, con un total de 8.720 palestinos asesinados y más de 22.000 heridos en 25 días de bombardeos israelíes contra Gaza, según el informe diario del Ministerio de Sanidad de Palestina.
Las autoridades sanitarias palestinas informan que aproximadamente el 73% de las víctimas en la Franja de Gaza son niños, ancianos y mujeres. Además, en Cisjordania, 130 personas han perdido la vida y 2.100 resultaron heridas debido a disparos del Ejército israelí y de colonos judíos.
El informe también revela que la aviación israelí ha atacado instalaciones médicas en Gaza en las últimas 24 horas, lo que ha llevado al cierre de un centro médico y la destrucción de otros dos. La situación en los hospitales de Gaza es crítica, con falta de suministros médicos y combustible para los generadores de electricidad, obligando a los médicos a realizar operaciones sin anestesia.
Estos hechos han llevado a un llamado de la comunidad internacional a detener las hostilidades y negociar un alto al fuego, así como a buscar una solución de dos Estados como única vía para lograr una paz duradera en la región. La situación sigue siendo un motivo de gran preocupación en la escena internacional.