Olesya Krivtosba de 20 años es una joven rusa universitaria que se encuentra bajo arresto domiciliario y tiene un rastreador en su pierna, la razón de esto es por hacer publicaciones en Instagram en contra de la guerra.
Además de su arresto domiciliario, tiene prohibido hablar por teléfono y conectarse a internet.
En una de las publicaciones más importantes se refería a la explosión del pasado mes de octubre en el puente que une Rusia con la península de Crimea que Moscú se anexó en 2014.
La estudiante entonces asistía a la Universidad Federal del Norte en Arcángel (Arkhangelsk), en las costas del Mar Blanco y cercana al círculo Ártico.
Algunos de sus compañeros de escuela compartieron su historia, así como algunos de sus comentarios y la reportaron con las autoridades.
“Publiqué una historia de Instagram sobre el puente”, “reflexionando sobre cómo los ucranianos estaban felices con lo que había sucedido” comentó la estudiante.
“Estaba hablando por teléfono con mi madre”cuando escuché que se abría la puerta principal, muchos policías, me quitaron el teléfono y me gritaron que me tirara al suelo”.
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Posible sentencia
A Olesya la acusaron de justificar el terrorismo y desacreditar a las fuerzas armadas rusas por lo cual se enfrenta a 10 años de prisión.
“Nunca me imaginé que alguien pudiera recibir una sentencia de prisión tan larga por publicar algo en internet”
Olesya, una estudiante de la Universidad Federal del Norte en Arkhangelsk, ahora es parte de la lista oficial de terroristas y extremistas de Rusia.
“Cuando me di cuenta de que me habían puesto en la misma lista que los asesinos masivos de las escuelas y el grupo Estado Islámico, pensé que era una locura” recuerda Olesya.