Mazatlán, Sinaloa.- La obra de revestimiento del arroyo Jabalines en Mazatlán que atraviesa varias colonias se ha visto envuelta en temas de interés ecológico desde su inicio.
Ambientalistas y colonos han señalado la obra como un “ecocidio” sobre todo por los metros de mangle que fueron retirados sin más y que albergaba algunas especies de animales como tortugas e iguanas.
La última noticia de impacto fue la lucha de los vecinos y jóvenes de la colonia Jacarandas que impidieron que un árbol ficus con antigüedad de 40 años fuera talado.
El secretario de Desarrollo Sustentable del estado, Carlos Gandarilla fue quien dio la noticia de que la obra respetaría el espacio de dicho árbol y se buscaría otra manera de continuar con el revestimiento del canal sin abandonar el objetivo de prepararlo para la temporada de lluvias.
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Todo esto ha dado pie para preguntarse si realmente la constructora encargada ( Construcción y Arrendamiento de Maquinaria de Sinaloa A.C.) contempló los permisos ambientales necesarios.
El Observatorio Ciudadano de Mazatlán, que vigila el presupuesto y los bienes públicos del municipio, señala en una de sus investigaciones que la obra que inició trabajos desde el pasado 7 de julio no transparenta ningún estudio hidrológico ni de impacto ambiental, ni siquiera con la petición de los ambientalistas y activistas que han cuidado la vegetación.
Es correcto que se señalan los gastos públicos en Compranet pero el proyecto no hace notorio dichos estudios ambientales ni permisos, un tema que debería de ser tratado por Ecología.
Asimismo el observatorio hace visible el acta de fallo de licitación sin que se incluya lo antes mencionado.
Puedes consultar la información del Observatorio Ciudadano dando click aquí.
Por Sara P. Dueñas.