Ciudad de México.-Actualmente, en México tres de cada cien jóvenes, presentan lesiones en la columna vertebral debido a que desde temprana edad se les permitió utilizar el celular para jugar o textear, situación que con el paso del tiempo se transformó en un uso excesivo no solo del teléfono móvil, sino de diversos dispositivos electrónicos, alerta la Secretaría de Salud.
Padecimientos que solo se registraban en la etapa adulta, están afectando, también a niños desde los ocho años, como el dolor de espalda y cuello, adormecimiento en manos y en los dedos pulgares, debido a que la inclinación prolongada del cuello provoca que se recargue el peso de la cabeza sobre las vértebras cervicales.
En entrevista con Excélsior, María Dolores Enciso González, especialista en Medicina del Deporte del Hospital Juárez de México, enfatizó que lo que agrava la situación, es que los niños y jóvenes que hoy presentan lesiones en sus vértebras, también padecen hernias discales y, en consecuencia, serán candidatos a una cirugía de columna en su segunda década de vida o incluso, antes de esa etapa.
“Podemos decir que tres de cada cien jóvenes presentan ya un problema de dolor tanto en hombros como a nivel del cuello por inclinar la cabeza para leer el celular, esto quiere decir que aumentan el peso de su cabeza -dos a tres veces más- sobre su sexta y séptima vértebras cervicales.
“Lo que a la larga va a traer un desgaste de esas carillas articulares, compresión de los nervios que salen entre las vértebras y esa compresión produce adormecimiento, de la mano, del hombro o de los mismos dedos”.
“También se produce una tendinitis del dedo pulgar debido a que el constante tecleado y la mala postura hacen una compresión sobre esos tendones o un sobreuso de los mismos y favorecen la inflamación de esos tendones y el dolor en los jóvenes”.
“Algunos no lo refieren porque se les prohibiría el uso del celular, por lo que cuando llegan a la consulta presentan un cuadro más severo, pues ya tienen hernias discales, que indudablemente los llevará a una cirugía temprana de columna”, señaló la Dra. Enciso González.
La especialista del Hospital Juárez de México, indicó que además del incremento de lesiones en cuello y columna, cada día se atienden pacientes más jóvenes, debido a que, con el objetivo de entretener a sus hijos, los padres les permiten usar los celulares, el iPad o la tableta.
Lo anterior, subraya, no solo genera problemas de postura, sino problemas de ansiedad y resequedad en los ojos por el magnetismo de los dispositivos electrónicos.
Por lo que está completamente contraindicado que niños menores de seis años, usen dispositivos electrónicos para juego o entretenimiento.
“En ocasiones, a los niños desde los dos años, para entretenerlos, sus padres les ponen una tablet o un celular con muchos colores para que se distraigan y desde ese momento ya empieza un mal uso de los celulares porque después su uso se vuelve más frecuente”.
“Entonces se va a tener un niño no solo con problemas de postura, sino que va a necesitar que lo atienda un psicólogo o un psiquiatra ya que está comprobado que los niños que desde su infancia temprana tuvieron acceso a dispositivos móviles, presentarán problemas de ansiedad y codependencia, que se manifestarán a su vez en problemas de conducta, que les hará difícil la convivencia y su desarrollo futuro”, indicó.
RECOMENDACIONES
La especialista en medicina del deporte del Hospital Juárez de México, María Dolores Enciso González, señaló que para realizar un uso adecuado del celular o de cualquier dispositivo electrónico como el iPad o la tablet, se debe considerar lo siguiente:
La edad ideal para permitir el uso de un dispositivo es a partir de los seis años o en el inicio de la educación primaria.
Su uso no debe exceder de 45 minutos seguidos. Si existe la necesidad de utilizarlo por más tiempo, como por ejemplo para realizar tareas escolares, se deben hacer descansos de 15 minutos.
Es ideal que el celular o dispositivo electrónico se vea a la altura de los ojos, con el objetivo de no inclinarse y lastimar el cuello, manteniendo la columna erguida y los pies bien apoyados en el piso.