Después de 40 días de incertidumbre, los cuatro niños desaparecidos tras el accidente de avión del pasado 1 de mayo fueron encontrados con vida en la densa selva colombiana.
Wilson, un valiente perro pastor belga entrenado en labores de búsqueda y rescate, fue clave para encontrar a los niños. Su agudo olfato y su dedicación incansable permitieron localizar a los pequeños en una zona remota de la selva. Sin embargo, en el proceso de regresar con ellos a la civilización, Wilson se extravío en la inmensidad de la manigua.
La noticia de la desaparición de Wilson ha conmovido profundamente a la población colombiana, que ha decidido unirse en solidaridad para ayudar al can. A través de la plataforma Change.org, más de 3 mil personas han firmado una petición dirigida al Ejército, solicitando que no abandonen al valiente perro en la selva.
La historia de Wilson y los niños ha inspirado a muchos, y las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo y esperanza. Numerosos voluntarios y organizaciones de rescate se han unido en la búsqueda de Wilson, rastreando la selva incansablemente en un esfuerzo por encontrar al valiente canino y reunirlo con sus compañeros de aventura.
¡Milagro en la selva colombiana!
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció emocionado el hallazgo en una conferencia de prensa.
Cuando los rescatistas llegaron al lugar del accidente, descubrieron los cuerpos de los tres adultos que iban a bordo, pero no había rastro de los cuatro niños, de 13, 9, 4 y 1 año de edad. La nación se mantuvo cautiva por este caso, y las comunidades indígenas de la remota región, en colaboración con el ejército colombiano, iniciaron una intensa búsqueda en la selva.
Finalmente, los pequeños fueron encontrados débiles pero con vida. Actualmente, están recibiendo atención médica y se encuentran en condición estable. Según el Ministerio de Defensa, fueron atendidos inicialmente por médicos de las fuerzas de operaciones especiales que participaron en la búsqueda y luego trasladados a un hospital militar en Bogotá para continuar con su proceso de recuperación.
La noticia del rescate se propagó rápidamente y generó una gran alegría en todo el país. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, compartió su felicidad con el pueblo colombiano a través de un video en las redes sociales, calificando el hallazgo como un verdadero milagro.
Aunque no se conocen los detalles exactos sobre quién encontró a los niños ni cómo lograron sobrevivir durante tanto tiempo en una selva tan inhóspita, propensa a fuertes lluvias y habitada por jaguares y serpientes venenosas, se presume que su conocimiento y experiencia en la vida selvática, heredados de su pueblo indígena huitoto, fueron clave para su supervivencia.
Este asombroso suceso ha conmovido a los colombianos y se espera que sea recordado durante muchos años. Pedro Arenas, un activista de derechos humanos en San José del Guaviare, expresó su incredulidad y alegría ante este «verdadero milagro». Los niños, que ahora se han convertido en «niños de la selva» y «niños de Colombia», han demostrado un ejemplo excepcional de supervivencia que quedará grabado en la historia del país.
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