El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se encuentra en Ciudad Juárez, Chihuahua para supervisar el estado de salud de 28 migrantes lesionados por el incendio ocurrido en un centro de detención el pasado lunes.
El mandatario se reunió con médicos y funcionarios de salud para discutir la situación y tomar medidas necesarias.
Mientras tanto, un grupo de migrantes centroamericanos llegó al Gimnasio del Bachilleres donde se llevaba a cabo la reunión del presidente, exigiendo justicia y una ley migratoria que respete los derechos humanos de acuerdo con la normativa internacional.
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Los manifestantes gritaban consignas como «¡Qué salga, qué salga!» y «¡Somos inmigrantes, todos somos hermanos, merecemos respeto, somos seres humanos, no a la xenofobia!».
El presidente López Obrador llegó acompañado del secretario de Salud y el director del IMSS y sostuvo una reunión privada con servidores de la nación y trabajadores del Banco del Bienestar. Los migrantes continuaron su protesta afuera del recinto mientras el presidente llevaba a cabo sus actividades.
La exigencia de una ley migratoria justa y humana es una demanda legítima que debe ser atendida por el gobierno.
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