Miguel Ángel Félix Gallardo, de 75 años, fundador del Cártel de Guadalajara, apareció por primera vez ante una cámara, la de Telemundo, y mostró lo deteriorada que está su salud. Lo hizo desde prisión.
“Mi salud es pésima. Mi familia está haciendo un hoyo para yo ser enterrado en un árbol. No tengo pronóstico ninguno. Perdí todo, la sensibilidad, el oído, los ojos”, dijo el hombre durante una entrevista con Issa Osorio, de Telemundo.
“Esta es la primera vez que concedo una entrevista. La concedo por su lucha. Tengo días enfermo. Quiero que vean mi ojo”, explicó. Luego mostró las huellas que han dejado en su cuerpo los años.
“Me quebré el brazo porque no puedo caminar. Traigo una neumonía grave. Uso oxígeno. No tengo pronóstico de vida”, añadió en el breve fragmento de la entrevista que compartió con su audiencia Telemundo.
Aquí la entrevista realizada por Telemundo
El Cártel de Guadalajara, a cargo de Miguel Ángel Félix Gallardo, controlaba el narcotráfico en la mayor parte de México en los años 80 durante la Presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado. En esta organización también operaban Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”.
El auge del Cártel de Guadalajara hizo que la organización formara vínculos con sus pares en Colombia y traficara cocaína hacia los Estados Unidos. Sin embargo, la prosperidad dio un vuelco de 180 grados con el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, en febrero de 1985.
El asesinato del agente de la DEA provocó que Estados Unidos presionara a México para capturar a Caro Quintero y a varios líderes del Cártel de Guadalajara. En esa época, “El Güero” Palma y Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, alias, eran lugarteniente de Félix Gallardo, alias ”El Padrino”.
Luego de las detenciones de Caro Quintero (abril de 1985) y Félix Gallardo (abril de 1989), el Cártel de Guadalajara se dividió, dejando el control de rutas de la siguiente manera: la de Tijuana (Cártel de Tijuana) en manos de sus sobrinos, los hermanos Arellano Félix; la Costa del Pacífico (Cártel de Sinaloa) en manos de “El Güero” Palma y “El Chapo” Guzmán; la de Ciudad Juárez (Cártel de Juárez) para Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, y el corredor de Matamoros (Cártel del Golfo) para Juan García Ábrego.
Al paso de los años, del Cártel de Sinaloa, con Ismael Zambada y “El Chapo” al frente, se separó otro brazo, el de los Beltrán Leyva.
El 23 de agosto de 2017, un juez federal sentenció a 37 años de cárcel a uno de los líderes del llamado cártel de Guadalajara, el sinaloense Miguel Ángel Félix Gallardo,”El Padrino”, por el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar y el piloto mexicano Alfredo Zavala en 1985.
El Consejo de la Judicatura Federal, el Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Jalisco encontró culpable al capo por homicidio calificado, con premeditación y ventaja, luego de más de una década de investigación.
“El Padrino”, preso entonces en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, en Ayala, Morelos, fue señalado como el autor intelectual de los asesinatos y fue detenido el 8 de abril de 1989 en Guadalajara.
Aunque para 2017 Félix Gallardo ya había sido sentenciado a 40 años de prisión por los crímenes, un tribunal colegiado ordenó reponer el juicio, con lo que inició otro proceso para interponer el recurso de apelación y el amparo para revocar la sentencia, pero eso ha durado ya cuatro años.
Con información de Sin Embargo