En una sorprendente declaración realizada este lunes, Marcelo Ebrard, exfuncionario federal y figura prominente de Morena, anunció que su continuidad en el partido dependerá completamente de la resolución que emita la Comisión de Honestidad y Justicia respecto a su impugnación del resultado de la encuesta interna del partido.
Durante una conferencia de prensa, Ebrard expresó: «El de la voz considera que si esas diferentes circunstancias que se dieron en el proceso se quedan igual, pues yo ya no tendría interés de estar en Morena.» Esta declaración ha sacudido el panorama político nacional.
Ebrard hizo un llamado a la dirigencia de Morena, liderada por Mario Delgado, para que analicen detenidamente las quejas presentadas, advirtiendo sobre el riesgo de que el partido se involucre en prácticas corruptas, como el uso de programas sociales o la influencia de gobernadores y alcaldes en apoyo a ciertos candidatos. «Va a depender de la respuesta que tengamos de Morena el curso de acción que vamos a seguir,» subrayó.
La impugnación de Ebrard se centra en el resultado de la encuesta interna que otorgó la victoria a Claudia Sheinbaum como coordinadora nacional de los comités de defensa de la Transformación. Ebrard desconoció estos resultados desde el 6 de septiembre, argumentando que las irregularidades detectadas comprometieron la integridad del proceso.
Durante la conferencia de prensa, Ebrard reveló algunas de las irregularidades detectadas, incluyendo el presunto proselitismo a favor de Sheinbaum desde la Comisión de Encuestas de Morena y el supuesto uso de recursos de la Secretaría del Bienestar para apoyar a la exjefa de Gobierno.
En entrevistas posteriores, Ebrard dejó entrever que su separación de Morena podría ser irreversible. En palabras suyas, «Entiendo que esa fue su posición… nosotros ya no estuvimos en el conteo… En términos del partido, en este proceso a nosotros nos sacaron, nos dejó fuera la policía.» Además, anticipó que definiría su futuro político después de reunirse con sus seguidores el 11 de septiembre, ya que su objetivo es estar en la boleta de la elección presidencial de 2024. «Sí, porque tengo que ser leal con la gente que me apoya,» concluyó Ebrard. Este dramático ultimátum de Ebrard ha puesto en vilo el futuro de uno de los líderes políticos más influyentes del país.