En un giro inesperado de los acontecimientos, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko ha sorprendido al mundo al ofrecer su apoyo y protección al presidente ruso Vladimir Putin en medio de la guerra en Ucrania. La noticia llega después de que el líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, se dirigiera a Moscú, pero cambiara de rumbo hacia Minsk debido a la propuesta de Lukashenko.
Según el despacho presidencial de Bielorrusia, Lukashenko ha aceptado detener el movimiento de personas armadas de la compañía Wagner en territorio ruso y tomar otras medidas para desescalar las tensiones. El Kremlin ha expresado su agradecimiento hacia Lukashenko por sus esfuerzos, e incluso un comentarista de la televisión rusa ha mencionado que el presidente bielorruso merece un monumento en Moscú.
Esta sorprendente alianza entre Putin y Lukashenko no es del todo inesperada, ya que durante la revuelta en Bielorrusia, Lukashenko mostró indicios de que respaldaría a Putin. Ambos líderes han mantenido una relación tumultuosa en el pasado, pero desde mediados de 2020, Lukashenko depende en gran medida del apoyo de Putin.
El interés de Lukashenko en respaldar a Putin radica en prevenir una crisis de gran envergadura en Rusia y evitar que los combates en Ucrania se extiendan a territorio bielorruso. El temor de Lukashenko es que se produzca una intervención militar en Bielorrusia por parte de grupos opositores que luchan del lado de Ucrania. La protección de Putin brinda a Lukashenko una mayor autoridad en el aparato de seguridad bielorruso y debilita a la oposición interna.
Aunque se desconocen los detalles del acuerdo entre Lukashenko y Prigozhin, se espera que este último sea vigilado de cerca en Bielorrusia y no tenga la misma libertad que disfrutaba en Rusia. A pesar de su fortalecimiento en la política interna, Lukashenko seguirá dependiendo de Rusia en el futuro, especialmente debido a las sanciones impuestas por Occidente.
El papel de Lukashenko en la región podría volver a tomar relevancia, ya que se plantea su participación en las negociaciones entre Rusia y Ucrania. Esto indica que su posición como interlocutor en la región podría fortalecerse tras el fracaso de la revuelta en Rusia.
En resumen, la sorprendente alianza entre Lukashenko y Putin ha llevado al presidente bielorruso a proteger a Putin de la desestabilización en Rusia y fortalecer su propia posición en Bielorrusia. El futuro papel de Bielorrusia en la región dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos en la guerra en Ucrania y de la relación entre Lukashenko y Putin.
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