Tim Shaddock, un valiente marinero australiano de 54 años, ha vuelto a pisar tierra después de pasar tres meses a la deriva en el océano Pacífico. Su increíble historia de supervivencia comenzó cuando partió de La Paz, en Baja California Sur, con destino a la Polinesia Francesa, en un arriesgado trayecto de más de 6.000 kilómetros.
Desafortunadamente, una violenta tormenta dañó su embarcación, dejándolo varado en medio del océano. Durante semanas, Shaddock y su fiel compañera, una perra llamada Bella, lucharon contra las adversidades, subsistiendo con pescado crudo y agua de lluvia. Su increíble odisea llegó a su fin este martes cuando el catamarán averiado fue avistado por la tripulación del buque atunero María Delia, capitaneado por Óscar Meza.
El rescate tuvo lugar en aguas internacionales, a más de 2.000 kilómetros de la costa, en pleno océano Pacífico Oriental. Shaddock fue encontrado flotando en su embarcación en un estado de deshidratación e insolación, producto de meses sin las provisiones adecuadas ni refugio.
El agradecido marinero, visiblemente debilitado pero con una sonrisa en el rostro, expresó su alivio al regresar a tierra firme. «Me siento bien, mejor de lo que estaba. El océano Pacífico es un poco grande… Pensé que no lo lograría, especialmente después del huracán», comentó Shaddock a los medios de comunicación presentes en el puerto de Manzanillo.
Shaddock, quien ha dedicado su vida al mar, declaró su pasión por la navegación y anunció su deseo de volver a zarpar pronto. «El bote es mi vida, mi tierra», enfatizó. Anteriormente, había navegado con su catamarán, el Aloha Toa, por diversas partes del mundo. Las primeras imágenes difundidas en las redes sociales mostraban al marinero australiano consumiendo bebidas con azúcares y minerales para recuperar fuerzas.
En sus declaraciones, Shaddock destacó la importancia de encontrar la felicidad en uno mismo y reveló que había experimentado días buenos y malos durante su travesía solitaria. «Intenté encontrar la felicidad dentro de mí mismo y la encontré en gran medida. También disfruto estar en el agua», expresó emocionado.
La empresa Grupomar, propietaria del buque atunero María Delia, emitió un comunicado en el que expresaba su satisfacción por el exitoso rescate. «Gracias a la experiencia de la tripulación del buque, pudo ser rescatado sano y salvo, recibiendo la atención médica, hidratación y alimentación necesaria», declaró la compañía.
Esta no es la primera vez que los buques de Grupomar protagonizan un rescate en aguas oceánicas. El presidente de la compañía, Antonio Suárez, elogió el valor y la humanidad de su tripulación. «Estoy orgulloso de mis marineros por su valentía y compromiso con la seguridad y el bienestar de los demás. Me alegra que hayamos podido salvar la vida de alguien en apuros», afirmó Suárez.
La compañía notificó a las autoridades pertinentes, desde la Secretaría de Marina hasta la Embajada de Australia, para que se iniciaran los trámites y los protocolos legales necesarios que permitan el regreso de Tim Shaddock a su hogar en Sidney, Australia.