Descubrimiento de un Nombre Desconocido
En el año 1988, la entonces periodista Lilly Téllez llevó a cabo una investigación que la llevó a descubrir a una figura que, en aquel momento, era poco conocida: Ismael «El Mayo» Zambada. Durante su trabajo de investigación en una casa del cártel de Los Arellano Félix ubicada en Ensenada, Téllez escuchó el nombre de Zambada por primera vez.
Investigación por Diferentes Ciudades
La búsqueda de información llevó a Téllez a visitar varias ciudades clave como Tijuana, Guadalajara, Culiacán y Badiraguato. En estos lugares, empezó a identificar vínculos de Zambada con diversas actividades ilegales, especialmente con el lavado de dinero. En particular, se mencionaban negocios aparentemente legítimos, como lecherías, que podrían estar siendo utilizados como fachada para estas operaciones ilícitas.
Colaboración con las Autoridades
Después de reunir toda la información durante su investigación, Téllez regresó a la Ciudad de México y entregó sus hallazgos a la Procuraduría General de la República. Aunque las autoridades ya tenían identificado a Zambada, su nombre no era aún de dominio público. Fue en la siguiente década que Zambada comenzó a ganar notoriedad, principalmente por su asociación con Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Impacto del Descubrimiento
A lo largo del tiempo, Ismael «El Mayo» Zambada se convirtió en una figura reconocida dentro del mundo del narcotráfico. Actualmente, se encuentra en prisión en Estados Unidos. Lilly Téllez sostiene que fue la primera periodista en informar sobre él, marcando el inicio de la exposición pública de una de las figuras más influyentes en el narcotráfico.
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