Localización y operación del laboratorio clandestino en Zacatecas
En la sierra de Zacatecas se identificó un extenso laboratorio oculto en el poblado de Carrizalillo, vinculado a la producción de metanfetamina. Durante operativos conjuntos de diversos organismos de seguridad, se detectó la existencia de un complejo de 395 mil metros cuadrados.
El sitio fue encontrado durante patrullajes de vigilancia terrestre en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad, lo que permitió la identificación de la instalación utilizada por elementos de la organización delincuencial.
Infraestructura, equipos y distribución de zonas operativas
El lugar contaba con diversas áreas organizadas para operaciones específicas: zonas para almacenamiento de precursores, síntesis de sustancias químicas, y etapas de cristalización y secado. Dentro de las instalaciones se hallaron 36 reactores, 56 tambos, 65 tinas, 9 mezcladoras y 77 tanques de gas.
Además, la detección incluyó la existencia de 209 bidones, 4 motogeneradores, 62 condensadores, 94 quemadores y otros materiales necesarios para el proceso de producción, evidenciando una organización compleja para realizar operaciones ilícitas.
precursores químicos, producción evitada y escalas de la operación
En la zona destinada a los precursores, se aseguraron 63 mil 100 litros de compuestos como el cloruro de bencilo, así como 125 kilogramos de sosa cáustica. La concentración de estas sustancias permitió detener el proceso productivo en el sitio.
La neutralización y destrucción de estos precursores evitó la fabricación de aproximadamente 27 mil 930 kilogramos de metanfetamina, cantidad que equivale a cerca de 698 millones de dosis, lo que evidencia la magnitud del operativo.
Vinculación del laboratorio con la estructura del Cártel de Sinaloa
El complejo operativo estaba relacionado con la organización conocida como Los Chapitos, perteneciente al Cártel de Sinaloa, lo que refleja el uso inmediato de la infraestructura para actividades ilícitas. Dentro de esta estructura se encontraba la dirección operativa encabezada por Luis Fernando Álvarez Castro.
El involucramiento de esta estructura delictiva se constató a partir de la presencia de elementos y equipos destinados a la producción de sustancias sintéticas, lo que evidencia un manejo coordinado de actividades ilícitas relacionadas con el tráfico y la portación de armas.