En los últimos datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación en México sigue su tendencia a la baja, acercándose a la meta establecida por el Banco de México (Banxico). Durante el mes de julio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) experimentó un incremento mensual del 0.48%, situando la tasa anual en un 4.79%.
Este resultado marca el sexto mes consecutivo de desaceleración en la inflación, logrando el nivel más bajo desde marzo de 2021, cuando los precios al consumidor aumentaron un 4.67%. El mercado ya había anticipado esta importante desaceleración para el mes, con previsiones cercanas al 4.78% según una encuesta realizada por Reuters.
Esta tendencia sugiere que la inflación podría estar alcanzando el objetivo del Banxico, que se sitúa en torno al 3% con un margen de +/-1 punto porcentual. Recordemos que el año pasado la inflación alcanzó niveles no vistos en dos décadas, superando el 8%.
En el análisis interno, se observa que la inflación subyacente, que excluye los bienes y servicios más volátiles y es un factor clave para las decisiones de política monetaria del Banxico, sigue desacelerándose, aunque todavía se encuentra en niveles considerables. Durante julio, el índice subyacente se ubicó en un 6.64%, reflejando una sexta desaceleración consecutiva. Dentro de esta categoría, los precios de las mercancías aumentaron un 7.82%, mientras que los servicios lo hicieron en un 5.24%.
En cuanto a la inflación no subyacente, en el séptimo mes del año registró una disminución anual del 0.67%. Dentro de esta categoría, los productos agropecuarios mostraron una inflación del 3.16%, mientras que los energéticos y las tarifas gubernamentales redujeron sus precios en un 3.90%.
La tendencia a la baja en la inflación y su aproximación a la meta del Banxico generan optimismo en el panorama económico de México, sugiriendo una mayor estabilidad en los precios al consumidor y en la política monetaria en los meses venideros.