La economía mexicana mostró un sólido crecimiento del 3.1% durante el año 2023, según la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicada este 30 de enero. Esto marca el segundo año consecutivo en el que el crecimiento anual ha alcanzado o superado el 3%. En 2022, el avance fue del mismo porcentaje.
El optimismo prevalece entre los inversionistas, especialmente en el mercado accionario, donde se anticipan más recortes en las tasas de interés, generando oportunidades en activos de mayor riesgo. A pesar de superar ligeramente las expectativas del pronóstico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la estimación del PIB mexicano quedó por debajo de la proyección del Banco de México (Banxico), que había anticipado un crecimiento del 3.3%.
Según Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base, el crecimiento estuvo impulsado principalmente por el aumento en el consumo debido al incremento de remesas, transferencias del gobierno y masa salarial, así como por la inversión fija, impulsada por la construcción de obras públicas de infraestructura.
Sin embargo, el crecimiento se desaceleró más de lo esperado durante el último trimestre de 2023. Durante este período, el sector de las actividades primarias, que incluye la agricultura, lideró el avance con un crecimiento del 1.1%, seguido por el sector de los servicios con un 0.1%. Por otro lado, el sector industrial no presentó variación.
Las perspectivas para 2024 son optimistas, especialmente debido al aumento en el gasto público durante años de elecciones, lo que suele beneficiar al consumo interno. Además, se espera que el comportamiento de la economía de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, tenga un impacto significativo en el crecimiento económico del país. El factor del nearshoring también se espera que continúe impulsando la inversión fija bruta, con México como uno de los principales beneficiarios de esta tendencia en 2024.