Su familia, fue notificada que por disposición federal y de acuerdo a los protocolos, su cuerpo fue incinerado por personal especializado como medida preventiva, por lo que estos estuvieron de acuerdo.
Su caso en intoxicación desato una serie de protocolos que fueron desde la evacuación de emergencia del hospital, la rotación de personal en la atención del joven Froylán y por último la incineración del cuerpo del joven.
A pesar del esfuerzo realizado en el hospital general de Guasave, no pudo contra el envenenamiento por Fosfuro de Aluminio, que es veneno que se vuelve altamente peligroso ya que el cuerpo lo elimina en forma de gas vía cutánea, además de que ese gas aparte de venenoso es altamente flamable.