El Ejército de Israel ha intensificado su ofensiva contra Hezbolá en Líbano, bombardeando áreas «profundas» en represalia al derribo de uno de sus drones militares por parte del grupo chií. Este aumento de la tensión se produce en el contexto de los enfrentamientos en curso en la frontera común, que se han exacerbado después de los ataques realizados por Hamás contra Israel el 7 de octubre.
Israel confirmó el derribo de su dron Hermes 450 por un misil tierra-aire cuando volaba sobre la región de Nabatiye. Como respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaron ataques contra los objetivos de Hezbolá en Líbano. Según reportes del diario libanés ‘L’Orient-Le Jour’, dos personas resultaron heridas en un bombardeo cerca de la localidad de Adus, en el valle de la Bekaa. Este es el primer ataque a esta zona desde la escalada de los enfrentamientos. Además, los ataques han afectado depósitos de alimentos cerca de la ciudad de Baalbek.
Hezbolá, por su parte, confirmó el derribo del dron israelí y prometió continuar con su resistencia contra los incursiones israelíes. El partido-milicia chií también lanzó un ataque con misiles contra blancos militares en el norte de Israel, en un acto que describió como un apoyo a la resistencia de Gaza frente a la «brutal agresión sionista».
El conflicto entre Israel y Hezbolá tiene una larga historia. Desde la creación de Hezbolá en los años 80, ambos han estado en guerra en varias ocasiones, siendo la más reciente en 2006. La frontera Israel-Líbano ha sido una zona de conflicto constante y la tensión entre ambos bandos ha aumentado en las últimas semanas tras los ataques de Hamás en territorio israelí. Este nuevo episodio de violencia en la frontera ha avivado el temor de una ampliación del conflicto en la región.