El Parlamento de Irak se encuentra en medio de una intensa polémica debido a la consideración de una nueva ley que podría resultar en condenas de cadena perpetua e incluso la pena de muerte para aquellos involucrados en relaciones homosexuales consensuales. A pesar de que Irak carece de leyes específicas que prohíban directamente la homosexualidad, personas LGBT han enfrentado condenas basadas en un artículo del código penal de 1969 que proscribe la sodomía, llevando consigo penas de prisión de por vida o años de encarcelamiento.
La propuesta de ley ha provocado una reacción internacional y local significativa, con defensores de los derechos humanos y grupos LGBT condenando enérgicamente la posible legislación.
Organizaciones de derechos humanos argumentan que esta medida representaría un grave retroceso en la lucha por los derechos individuales y la igualdad en Irak.