La inflación en México continúa su trayectoria a la baja, alcanzando su punto más bajo desde febrero de 2021, según los datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Durante el mes de agosto, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó un 0.55% en comparación con el mes anterior, situando la inflación anual en un 4.64%.
Este marcado descenso en la inflación marca el séptimo mes consecutivo de desaceleración, superando las expectativas del mercado que pronosticaban una tasa del 4.61%, según un sondeo de Reuters. Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de esta tendencia a la baja, la inflación sigue ligeramente por encima del objetivo del Banco de México (Banxico), que busca mantenerla en un 3% con un margen de más o menos un punto porcentual.
La política monetaria del Banxico, encabezada por Victoria Rodríguez Ceja, ha respondido a esta situación mediante la pausa en los incrementos de la tasa de interés. No obstante, se espera que esta tasa del 11.25% se mantenga durante más tiempo para lograr la convergencia de la inflación hacia el objetivo deseado.
El informe del Inegi también reveló que la inflación subyacente, que excluye los bienes y servicios con precios más volátiles, se ubicó en un 6.08%. Dentro de esta categoría, los precios de las mercancías aumentaron un 6.86% en comparación con el año anterior, mientras que los servicios registraron una inflación anual del 5.15%.
Por otro lado, la inflación no subyacente mostró un aumento de precios considerablemente menor, con una tasa de tan solo un 0.37%. En esta categoría, los productos agropecuarios experimentaron un encarecimiento de sus precios en un 3.94%, mientras que los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno disminuyeron en un 2.68%.
A pesar de estos signos de desaceleración, la inflación sigue siendo un tema de atención en la economía mexicana, y se espera que las políticas del Banxico continúen adaptándose para mantenerla bajo control en los meses venideros.