Los últimos datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que la inflación que afecta a los consumidores en México continúa su tendencia a la baja durante la primera mitad de agosto.
En esta quincena, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó en un 0.32% con respecto a la quincena anterior, lo que situó la tasa anual en un 4.67%. Esta cifra muestra una disminución con respecto al 4.78% registrado en la segunda mitad de julio.
La noticia representa un paso más hacia la convergencia con la meta del Banco de México (Banxico) de mantener la inflación en un rango de 3% +/-1 punto porcentual. Es un cambio significativo después de que la inflación estuviera por encima del 8% durante gran parte del año pasado.
Las estimaciones del mercado se alinearon con el dato de la primera mitad de agosto, según un sondeo realizado por Reuters.
El informe del Inegi detalla que la desaceleración de la inflación se debe en gran medida a una reducción en el índice no subyacente, especialmente en los precios energéticos debido a la disminución en los costos del petróleo. Esto se tradujo en una tasa anual de solo el 0.13% en la inflación no subyacente. A nivel interno, los precios en el rubro agropecuario aumentaron en un 3.98%, mientras que los energéticos y las tarifas gubernamentales disminuyeron un 3.13%.
Aunque el índice subyacente, que excluye los bienes y servicios con precios volátiles, continúa ejerciendo presión sobre la inflación general, su impacto ha sido menor en comparación con meses anteriores. La inflación subyacente en la primera mitad del mes se situó en un 6.21% anual. Dentro de este índice, los precios de las mercancías experimentaron un aumento del 7.06%, mientras que los servicios presentaron un aumento anual del 5.19%.