En un trágico giro del destino, el empresario mexicano Carlos Bremer, fallecido a los 63 años el pasado 5 de enero, deja tras de sí una historia de amistad inesperada con el expresidente estadounidense Bill Clinton. La relación entre ambos líderes, marcada por encuentros fortuitos y visiones compartidas sobre temas económicos, se convirtió en un capítulo destacado en la vida de Bremer.
Según revelaciones del propio empresario, la amistad comenzó por casualidad en un campo de golf, donde la visión, carisma y personalidad de Bremer dejaron anonadado a Clinton. Esta conexión fortuita llevó a una relación que trascendió los límites de la política, convirtiéndose en noticia cuando Hilary Clinton se postuló para la presidencia.
En entrevistas anteriores, Bremer compartió detalles sobre ese encuentro inicial, narrando cómo una llamada a las 9 de la noche lo conectó directamente con el entonces presidente de Estados Unidos. El mandatario buscaba la perspectiva de Bremer sobre la situación económica en México, marcando el inicio de una amistad que incluyó invitaciones presidenciales y un papel destacado como consejero de la fundación Clinton.
Aunque Bill Clinton aún no ha comentado públicamente sobre la muerte de Bremer, la historia de esta amistad improbable perdurará como parte del legado del empresario mexicano que supo cautivar a uno de los líderes más influyentes de la historia reciente de Estados Unidos.