Recientemente, la zona norte de Culiacán ha sido escenario de acontecimientos que han generado preocupación entre los habitantes, afectando principalmente la asistencia a las escuelas de educación básica. Los eventos de violencia, especialmente en la sindicatura de Jesús María, han llevado a los padres de familia a tomar medidas preventivas para proteger a sus hijos.
Preocupación entre los padres
Desde las primeras horas del día, los grupos de WhatsApp y redes sociales se llenaron de mensajes de padres que decidieron no enviar a sus hijos a la escuela. Aunque la Secretaría de Educación había asegurado que las actividades escolares seguirían con normalidad, la percepción de inseguridad hizo que muchos optaran por mantener a los niños en casa.
Medidas de seguridad en la comunidad
La decisión de los padres no fue tomada a la ligera. La región ha sido testigo de intensos enfrentamientos entre grupos delictivos y fuerzas militares, lo que ha causado un clima de inseguridad. En particular, se reportaron incidentes como el lanzamiento de ponchallantas, bloqueos de vialidades y quema de vehículos por parte de la delincuencia organizada.
Impacto en la educación
Este tipo de situaciones no solo afectan la tranquilidad de las familias, sino también el desarrollo educativo de los niños. La falta de asistencia a clases puede repercutir en el desempeño académico, y las constantes interrupciones generan un ambiente de incertidumbre tanto para los estudiantes como para los maestros.
En conclusión, la seguridad sigue siendo una prioridad para las familias en Culiacán. Mientras las autoridades trabajan para restablecer el orden, es comprensible que los padres prefieran mantener a sus hijos a salvo en casa. La comunidad sigue atenta a cualquier cambio en la situación para tomar decisiones informadas sobre la educación de sus hijos.